PACO CAVALLER (Twitter: @pcavaller)
Como venía siendo costumbre últimamente,
de nuevo esta jornada en la Liga BBVA se ha visto marcada por claros pasos delante
de algunos equipos. En cambio, no han sido tan claros los pasos atrás, excepto
el de un Real Betis Balompié que, en la temporada 2014/2015, militará en la
Segunda División ya de manera definitiva.
Precisamente por ahí quería iniciar mis
líneas esta semana. No es la primera vez que abro con el Betis (recuerdo ese
escandaloso partido ante el Athletic en el Villamarín, por ejemplo), pero
probablemente sea la última. Se trata (porque hay que seguir hablando en
presente) de un equipo con calidad, con toque, con jugadores versátiles. Se trata
de un muy buen equipo. A lo largo de la temporada nada ha salido; absolutamente
nada. Cuando no era un factor, era otro, pero siempre terminaban alineándose
los planetas para evitar el triunfo verdiblanco.
Esta semana, una vez más, les tocó vivir
lo más amargo del fútbol y del deporte: un descenso. Para colmo, esta LFP de
iluminados no le permitió al Betis ni pelearlo por sí mismo. Su partido ante la
Real Sociedad fue programado a las 22 horas, mientras que Getafe y Málaga
jugaron a las 18 horas. El triunfo azulón descendió a un Betis que aún ni había
salido de su hotel de concentración. De lo que se encontraron en su estadio,
mejor ni hablar… ¡Ah! Y perdió, sí. Por 0-1. Marcó Vela. Y de penalti, sí. Lo dicho: siempre pasa
algo. Desde aquí mando mi apoyo a todo el beticismo. Confío de verdad en veros
pronto de nuevo en la mejor liga del mundo.
Ese ya comentado triunfo del Getafe (también
por 1-0) ante el Málaga permite a los azulones salir por fin de la zona de
descenso. Las políticas del club obtuvieron fruto esta vez y el Coliseum
presentó un aspecto magnífico (la hora ayudaba). Todo suma a un equipo que cada
vez teme menos poseer el balón. El Geta se
ha visto al fin capaz de mantenerse en Primera y ha vencido con un gol lleno de
despropósitos a un Málaga que está prácticamente salvado, algo que no podía
afirmarse tan alegremente hasta el lunes por la noche.
Y eso es así porque el lunes, en el
partido que cerraba la fecha 35, el Celta se exhibía en Balaídos y le endosaba
un serio correctivo (4-1) a un Valladolid que tiene que cambiar muchas cosas si
quiere seguir en la Liga BBVA. En el 46’, el Celta vencía por 3-0 y, en el 75’,
por 4-0. La imagen del Pucela fue tremendamente preocupante y los
vallisoletanos son ahora penúltimos. De la permanencia sólo le separan tres
puntos, pero, a falta de tres jornadas, no parecen muy convencidos de sus
opciones.
Esa derrota del Valladolid dejaba
prácticamente salvados a Málaga (como comentaba) y a Levante, los dos próximos
rivales del Atlético. Por lo tanto, la victoria de los de Vigo ante los
pucelanos podría ser determinante a la hora de allanar el terreno del Atleti hacia el título. Lo más difícil
(de lo que les quedaba) ya lo tienen hecho los de Simeone. Vencieron por la
mínima en Mestalla (marcó Raúl García) a todo un Valencia que plantó cara y que
sucumbió únicamente por una mala salida de Guaita. Está interesante ver quién
será el portero ché este jueves en
Europa League ante el Sevilla.
Precisamente, el conjunto hispalense es
otro de los que dio un pasito atrás. Visitaba San Mamés en un duelo directo por
la cuarta plaza de acceso a Champions League. El Athletic no tuvo rival. Vencía
por 3-0; acabó haciéndolo por 3-1. Es entendible el bajón (sobre todo físico)
del Sevilla a causa de la semifinal europea, especialmente ante un equipo como
el Athletic, que obliga a sus rivales a mantener unos balances defensivos compensados
y ordenados.
Menos justificable es el bajo rendimiento
del Granada en la tarde de sábado, en su estadio y ante el Rayo. Los vallecanos
no sólo están matemáticamente salvados (recordemos que meses atrás se vivía un
drama), sino que tienen (muy remotas) opciones de entrar en previa de Europa
League. El Granada sigue cuatro puntos por encima del abismo, pero sería
gravísimo que echara por tierra la ventaja que ha logrado durante las últimas
semanas con un gran fútbol.
Lo mismo se podría decir del Elche, que
empató en el Martínez Valero ante un Levante que no sufrirá por ninguna pelea
en lo que resta de temporada. Un punto por debajo del Granada, los ilicitanos
se encuentran en una situación muy similar y no pueden dejar escapar los frutos
que han ido recogiendo a lo largo de todo el año. No parece que vayan a
hacerlo.
Quien marca la frontera entre el ser y no
ser es el Almería, que, con 33 puntos, está todavía a dos de la permanencia a pesar
de su victoria en Cornellá-El Prat ante un Espanyol que se dejó remontar un 1-0
y que, a estas alturas y tras una brillante temporada, sigue sin estar salvado.
Es digno de estudio.
El equipo de la zona caliente aún sin
mencionar es Osasuna, que se comió dos misiles de Cristiano Ronaldo y otros dos
goles más para volverse a Pamplona con un 4-0 de los blancos. Partido muy serio
de un Real Madrid que no reservó efectivos en exceso de cara a la vuelta de
semifinales de Champions ante el Bayern de Múnich. Cristiano tuvo su horita de
juego y recuperó sus mejores sensaciones, sobre todo en el disparo desde larga
distancia. Los de Ancelotti siguen su particular y difícil carrera por el
título, mientras que los de Gracia están empatados con el Getafe a sólo dos del
descenso. Tocará sufrir en Navarra.
Empecé hablando de una de las noticias
del fin de semana, el descenso del Betis, y me siento obligado a terminar con
las otras dos, ambas relacionadas con el partido que cerró la jornada de
domingo en El Madrigal. Se trataba de un partido muy difícil de afrontar para
los futbolistas del Barcelona. El homenaje al difunto Tito Vilanova fue tan
intenso que algunos jugadores, como Sergio Busquets, iniciaron el duelo con
lágrimas en los ojos. Una imagen vale más que mil palabras y esa en concreto
demostró de qué clase de partido estamos hablando, más aun teniendo en cuenta
que el Barça apenas tiene opciones de pelear esta Liga.
Tal era la situación que el Villarreal no
quiso desaprovecharla. El Valencia acecha, pero el Submarino tiene muy de cara terminar en esa séptima posición que da
acceso a previa de Europa League. Los castellonenses se pusieron 2-0 a favor
ante un Barça semejante al de estas últimas semanas (si bien no era un buen día
para analizar su papel). Sin embargo, si algo distinto iba a haber en el Barça
esta semana era orgullo, pundonor y ganas de ganar. Y remontó el partido, para
enfado de muchos vecinos de Vila-real, incluyendo el cafre que le lanzó un
plátano a Dani Alves. Sobre las risas que se echó Dani a su salud y las
consecuencias que ello ha tenido en las redes sociales seguro que ya han leído o
escuchado. Desde aquí reclamo una ejemplar sanción al socio, ya identificado.
Fueron dos goles en propia meta los que
igualaron el choque, pero fue el ‘10’ quien hizo el 2-3 definitivo. Leo Messi
no podía fallar en un día así. El astro argentino tenía que acudir a su cita
con el gol y con Vilanova. Señaló al cielo (algo que siempre hace en recuerdo
de su abuela), pero seguro que, en esta ocasión, el tanto también fue dedicado
a Tito Vilanova. Desde aquí le rindo también mi insignificante homenaje y mando
todo el ánimo posible a familiares, amigos, antiguos compañeros y a toda la
familia barcelonista. Descansa en paz, Tito.
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