PACO
CAVALLER (Twitter: @pcavaller)
Varios pasos de gigante en esta jornada;
estamos en un tramo de la competición en el que cualquier detalle sentencia
partidos y cualquier resultado (propio o ajeno) puede dictar sentencia sobre su
futuro más inmediato. Es el caso del Betis, equipo que cerró la fecha en la
noche de lunes y con el que yo abro mi espacio por un motivo sencillo y, a su
vez, innegable: no merece estar donde está y todavía menos mediante la manera
en la que ha llegado hasta ahí.
Este Betis juega valiente, atrevido, sin
grandes paranoias. Se dedica a buscar el gol. No especula. Frente al Málaga,
aun con 1-0 a favor, siguió buscando el segundo, que no llegó porque el destino
no quiso. En los últimos 10 minutos se escapó el partido. O, mejor dicho, en el
último, cuando Rubén Castro mandó el penalti al larguero. Y es que parece que
esté escrito que el conjunto verdiblanco tenga que bajar a Segunda División.
Que hagan lo que quieran, que no va a haber manera. Cuesta mantener la fe. Son ya
muchas semanas. Solo queda animar a que los hinchas sigan apoyando a sus
jugadores, porque, e insisto, se lo merecen.
Fue precisamente el Málaga uno de los
equipos que dio un paso de gigante esta semana, concretamente hacia la
salvación. Cinco puntos le separan ya del descenso. Schuster puede respirar
tranquilo. El otro gran paso fue el del Atleti el sábado en San Mamés.
Exceptuando la última fecha en el Camp Nou, la visita a ‘La Catedral’ era el
día marcado en rojo en el calendario colchonero. Era el día en el que el
Atlético podría haber fallado. Pero no lo hizo. Y eso que en frente estaba,
bien plantado, un firme Athletic que se adelantó mediante Muniain. Nuevamente el
Atleti volvió a ganar sin jugar del todo bien. Es decir, nuevamente sacó el
partido adelante a base de casta y pegada, como los grandes. Bueno, y gracias a
Diego Costa también. Fue un recital. Una semana menos para el final y el ‘Cholo’
sigue pretendiendo que no creamos que son candidatos. Si no fuera por ese duelo
final de Barcelona, tendría claro que incluso son favoritos.
Y es que el Barça no termina de encontrar
la regularidad. Tras varios buenos encuentros ante Real Madrid y Celta, los de
Martino volvieron a sudar de lo lindo para sumar tres puntos. Esta vez fue en
Cornellà-El Prat, un campo ya difícil de por sí y más todavía tratándose del
histórico derbi barcelonés. El planteamiento defensivo de Aguirre, buscando
siempre el límite del reglamento en cuanto a agresividad, parecía estar dando
sus frutos hasta que esa mano polémica de Javi López (que terminó jugando de
portero y no lo hizo nada mal) permitió a Messi superar a Casilla y mantener al
Barça segundo.
De derbis iba el sábado y no falló el
Real Madrid en el suyo. Fue ante el Rayo y en el Bernabéu. Tampoco es ninguna
sorpresa la goleada. Lo que sí es, seguro, es una noticia brillante para todo
madridista. Sensaciones muy buenas antes de recibir a un mermado Dortmund en
los cuartos de la Champions. Sin embargo, el partido del Real no fue del todo
decente hasta que llegó el 3-0, cuando el Rayo ya bajó los brazos. Los de
Ancelotti se soltaron y se vinieron arriba. Cuando hacen eso con renta de sobra
y sin presión, los blancos son imparables. Hubo pitos para gente importante
como Cristiano o Benzema. Hablar de cómo les sentó a ellos sería malgastar el
tiempo. Se lo dejo a los diarios.
Otro de esos pasos gigantes que
comentábamos al inicio fue el del Celta. Ganó por 1-0 a un poco convincente
Sevilla, que se vio condenado por una mano de Fazio muy poco clara en el tramo
final del choque. Nolito no falló desde los 11 metros. Digo que el Sevilla fue
poco convincente porque le faltó acierto de cara al gol, aunque tuvo la
posesión y dominó los tempos del partido. Una vez más, Yoel volvió a brillar
por sus reflejos (nunca mejor dicho). Salvó los tres puntos para un Celta que,
con seis por encima del pozo, se acerca a la tranquilidad definitiva.
Cabe seguir hablando de la zona baja para
recalcar dos derrotas importantes de dos andaluces que se complican la vida:
Almería y Granada. Los de Francisco fueron derrotados en la matinal de domingo
en el Zorrilla por un Valladolid al que le entró una de Manucho en el 6’ y poco
más tuvo que hacer. Es difícil comprender la diferencia de sensaciones entre
los dos últimos partidos (heroicos) del Almería en casa y este último en
Pucela.
Sensación muy distinta dejó el Granada,
que asedió por completo al Levante de Caparrós en la tarde de lunes. ¿Le molestó
al técnico de los ‘granotas’? En absoluto. De hecho, lo más probable es que el
Levante ya saltara al Nuevo Los Cármenes con esa idea preconcebida de
defenderse ante viento y marea e incluso firmar el empate. A mi parecer, tan
incomprensible como elogiable. Incomprensible porque la calidad del Levante es
infinitamente superior a la del Granada, sobre todo en cuanto al manejo del
ritmo de juego. Elogiable porque el Levante no se saltó el guión ni en un solo
minuto. Ganó 0-2. Irreprochable.
En la zona alta, parece que nadie quiera
ir a Europa. Ya hemos hablado de la derrota (asequible por el nivel del rival)
del Athletic y de la pifia del Sevilla. No las aprovechó ninguno de sus
perseguidores. La Real Sociedad no pasó del empate ante Osasuna en El Sadar. Y,
según como se mire, incluso puede dar gracias. Jagoba Arrasate apostó por las
variantes en el once y por darle a este consistencia con Bergara y Elustondo en
el doble pivote. Quedó fuera Rubén Pardo, quien, además, no jugó en todo el
partido. Las críticas al técnico fueron sonadas. La Real jugó como un equipo
pequeño que pelea por la salvación. Y sus jugadores no saben hacer eso. No a
todos se les da tan bien como al Levante.
Tampoco quiso sacar tajada el Villarreal
y optó por otro empate, en este caso en casa y frente a un Elche muy
competitivo en la primera mitad y muy cansado en la segunda. Tardó en entrar en
el partido el ‘Submarino’, pero cuando lo hizo superó con creces a su rival,
que, eso sí, supo defender su valioso punto. No se le puede reprochar gran cosa
al equipo castellonense y menos todavía a su preparador. Las bajas del
Villarreal se reparten por todo el campo. A Marcelino no puede discutírsele la
alineación. Va con todo lo que tiene, que resulta suficiente de manera
milagrosa.
El batacazo de la jornada y, a su vez, el
paso más agigantado de todos los que destaco fue lo de Valencia. El domingo se
cerró con una sorpresa de las grandes en Mestalla. El Getafe volvió a ganar 16
jornadas después. Desde finales de noviembre no conseguían los azulones sumar
tres puntos. Y lo hicieron con un 1-3 en un campo de un equipo ‘ché’ que puede
empezar a olvidarse de Europa. Están los de Pizzi empatados con Espanyol y
Levante, dos equipos de los que siempre decimos que se despidieron de Europa
pero que pueden conformarse con estar virtualmente salvados. Que no engañen a
los valencianistas. Su situación es exactamente la misma, si bien, por nivel y
tendencias, es obvio que no deben preocuparse por mirar abajo. Sobre el
lamentable espectáculo de Pedro León, Senderos y Mathieu (porque estos son los
tres hombres que considero culpables) tras el definitivo 1-3 al final del
partido, prefiero no aportar nada. La tensión cada vez es mayor. Cada semana
vamos a ver más situaciones extremas. Al fin y al cabo, por eso nos apasiona
este deporte.
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