PACO
CAVALLER (Twitter: @pcavaller)
“Pasión y garra. Ya os gustaría a
vosotros tener esto. Los del Madrid os cagáis.” Este fue el pronto que tuvo
Joaquín Caparrós para con los aficionados madridistas tras la rigurosa
expulsión a David Navarro. No sé si a los jugadores del Real Madrid les falta
pasión. Lo que está claro es que fútbol tienen para rato y, lo que es más
importante todavía, solidez. El equipo es solvente, gana con claridad y apenas
concede oportunidad de crear peligro a su rival. Nuevamente, Keylor Navas fue
de lo mejor de un Levante que, todo hay que decirlo, se mantuvo entero hasta
que se quedó con un hombre menos. Ancelotti insistió en colocar a Di María por
detrás de los tres de arriba. Le sigue funcionando con creces. El estado de
forma del Real Madrid es prácticamente inmejorable. No arrasa tal vez, pero
porque los partidos no enloquecen. Practica un fútbol ofensivo, pero sabe
calmar el juego. No da lugar al descontrol; y eso que es uno de los mejores en
lidiar con esas situaciones.
Pero son más que tres puntos lo que sumó
el domingo el Real Madrid. La jornada se abría en una soleada tarde de sábado
en Zorrilla con la machada de un enorme Valladolid ante el peor Barça de los
últimos años. Sí, ha habido malos partidos del Barcelona recientemente, pero
este fue con diferencia el peor. Incompresible imagen de los azulgranas.
Iniesta fue baja. Xavi, Cesc y Busquets ocuparon el centro del campo, pero
ninguno fue capaz de hacer funcionar a una máquina que parecía oxidada. La
temporada se acaba y Neymar Jr. sigue sin ser quien se esperaba que fuera. Jugó
Messi. Jugó 90 minutos. Fue la apatía en persona. Más líneas para describir su partido
sería derrochar papel (aunque una expresión así quizá ya esté obsoleta hoy en
día).
No brilló en exceso el Atleti, pero
cumplió. A pesar de no estar Rafinha, el Celta de Luís Enrique siguió
practicando el fútbol que tanto conoce y domina. Una buena presión de Gabi
permitió a Villa aprovecharse de un error técnico en salida desde atrás de los
gallegos para superar a Yoel y poner un 0-1 que, el propio Guaje, pocos segundos
después, ampliaría a 0-2. Jornada de reivindicación de Villa en el día que no
estaba Diego Costa. Simeone tiene fondo de armario. Tampoco estaba Godín,
zaguero fundamental en el equipo colchonero. El Atlético no sufrió atrás.
El Real Madrid se pone líder y el Atleti
adelanta al Barça, pero el verdadero gran beneficiado de este pasado fin de
semana fue el Athletic de Valverde. No ganó, sino que empató en Mestalla ante
un Valencia algo más desordenado de lo habitual, si bien con acierto en
creación, especialmente en tres cuartos. El gol local (gran jugada combinada y
culminada por un inconmensurable Paco Alcácer) llegó en uno de los mejores
momentos de los bilbaínos. Algo semejante ocurrió con el empate de Aduriz,
fruto de un penalti que no tenía mucha pinta de serlo. Parejo sigue jugando un
fútbol cada día mejor, escudado por un Keita humilde y trabajador (aunque eso
no es novedad en el malí).
A cinco puntos de Europa League está ya
el Valencia. Esa séptima plaza la ocupa el Sevilla de Unai Emery, que venció
con mucha autoridad (quizá más de la esperada) en el Juegos del Mediterráneo
ante un Almería que intentó proponer pero que se vio desbordado. Grata sorpresa
por mi parte fue ver a Bacca y Gameiro juntos en la punta de ataque. Emery
modificó su esquema mínimamente y renunció a la figura de media punta que
normalmente ocupa Rakitic. El capitán empezó en el banquillo esta vez. Sabia decisión
y, por lo visto ‘a posteriori’, también acertada. Muchos almerienses reclamarán
irregularidades en los goles sevillistas. Tal vez tengan razón, pero el Sevilla
mereció ganar el partido con creces.
La zona caliente de la clasificación ha
dado vuelcos importantes. El Betis sigue colista, pero esta vez por menor
margen. Enorme victoria, la cosechada por los hombres de Calderón en la tarde
de sábado ante un Getafe que acumula ya 12 semanas sin ganar. El partido fue
verdiblanco de principio a fin. Siguió quemándole el balón a los azulones, algo
que no le pasa (en absoluto) al Betis. Ese es el principal motivo por el que
sigo creyendo fervientemente en la remontada y posterior salvación de este
equipo. Ángel Torres ha visto agotada su paciencia con los goles de Leo
Baptistao y Rubén Castro y ha destituido ya a Luís García-Plaza. El nuevo
entrenador del Getafe es Cosmin Contra. La plantilla madrileña ya no tiene
excusas.
Las victorias de Granada y Rayo han sido,
probablemente, dos de los factores por los que la zona de abajo ha cambiado
tanto. También son, claro está, las que hacen del Athletic Club el gran ganador
de esta fecha 27 (los andaluces ganaron al Villarreal, mientras que los
vallecanos lo hicieron ante la Real Sociedad en Anoeta). El ‘Submarino’ salió
animado al Nuevo Los Cármenes, pero el penalti que provocó el 1-0 de Fran Rico
anuló por completo el juego de los de Marcelino. Sólo 10 minutos después, y con
gran olfato goleador, El Arabi puso el 2-0 e hizo de los 57 minutos restantes
un trámite, algo que no se le puede perdonar a los castellonenses.
Por su parte, el Rayo ganó en Anoeta
dando un recital de fútbol atrevido. Es cierto que esa idea balompédica posee
residencia fija en la cabeza de Jémez, pero esta vez algo cambió. No hubo
tapujos, ni piernas tensas, ni músculos agarrotados. Esta vez el Rayo fue
valiente, atrevido, incluso inconsciente. Estuvo espléndido y le robó los tres
puntos a una Real gris para ponerse empatado con el provisionalmente salvado
Valladolid y dejar al Athletic en puestos de Champions con un margen de siete
puntos. Casi nada.
Duelo de urgencias en la noche de lunes
en El Sadar. Schuster se atrevió con modificaciones en el once que dieron
resultado. El Málaga respira y mucho. Gana en un complicadísimo campo ante un
irreconocible Osasuna y, para colmo, lo hace jugando los últimos 40 minutos con
un hombre menos (fue expulsado Jesús Gámez). Para rizar el rizo, el segundo gol
malacitano llegó en esa etapa de inferioridad. Ambos equipos empatan a 29
puntos en una zona medianamente tranquila, pero extremadamente cercana a la
cruda batalla por la salvación.
Empatado con ellos dos está el Elche, que
cayó con contundencia en Cornellá-El Prat. Hacía tiempo que no se veía a un
Elche que apenas respondiera tras ser golpeado. No en vano, a los 21 minutos,
David López y Colotto hacían de dos balones parados dos tantos para un Espanyol
sobrado de confianza en sí mismo. Pizzi redondeó en el 58’ y sólo un absurdo (a
la vez que inútil) gol en propia meta de Fuentes en el 88’ maquilló el tanteo
final. Muchos dicen que el Levante tiene equipo para ir a Europa. Muchos más (y
en la misma ciudad, curiosamente) opinan que es el Valencia el que debe ocupar
ese puesto. Y digo yo que, si con ellos está empatado a puntos el Espanyol del ‘Vasco’
Aguirre, tendrá derecho a pelear por ello también y a empezar a creerlo de
verdad, ¿no?
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